Si Florencia fuera una persona…

tanner

Cómo puedes explicarle a otra persona algo que amas profundamente, y hacerlo en un modo en que lo compreda realmente? Sea nuestra canción favorita, el mejor lugar para sentarse a leer un libro, o el atardecer más hermoso, todas son situaciones difíciles de describrir porque son intangibles. Cuando me pidieron describir mi experiencia y mis impresiones de Firenze después de 4 meses de vida y estudio en esta ciudad, me asusté. Para mi ya es difícil contarle a un amigo qué hice el fin de semana, imagínense lo que es describir a desconocidos mi experiencia interior durante este Study Abroad...


Pero pensé en una pregunta que me habían hecho recientemente: si Firenze fuera una persona, cómo la describirías? Me gustó este cambio de perspectiva, y me dije: una ciudad entera es difícil de encerrar en una descripción, pero... una persona? Una persona puedes imaginarla delante de tus ojos. Puedes describir su risa o su vestimenta. Es posible hacerse una primera impresión de una persona muy rápidamente, y esta visión puede funcionar definitivamente en un post para un blog. Entonces: imagínate Firenze como una persona y quizás así pueda hacerte entender cómo la veo yo.


La primera cosa que entendí de Firenze es que me hace sentir en confianza. Piensa en uno de tus familiares más queridos. Ese que basta sólo con verlo para sentir que inmediatamente la carga de stress acumulada en el día comienca a aliviarse. Podría ser también un amigo que no ves desde hace tiempo, pero que inmediatamente te recibe con los brazos abiertos. Yo vivo en New Jersey, poco distante de New York, Philadelphia y Washington DC, y si bien he pasado tiempo en estas ciudades, ninguna de ellas ha sido realmente receptiva hacia mi. No me he sentido nunca realmente cómodo mientras caminaba por sus calles, y aunque las amo a todas, al final del día estaba siempre listo para regresar a casa. Por el contrario, desde el primer instante en el que puse un pie sobre los ladrillos de las calles florentinas, me sentí profundamente conectado con este lugar. Se trata de un verdadero ensimismamiento que, lejos de debilitarse, aumentó con el tiempo, como el buen vino. Esta sensación de bienestar es invalorable y está transformado mi experiencia de Study Abroad en un modo más profundo. Porque: cómo podría explorar realmente un lugar, sumergirme en él, si no me sintiera en casa?


Otra característica de Firenze es el modo en el que te sorprende y el modo en el que te trae regalos inesperados. Firenze es el tipo de persona a la cual deberías dirigirte cuando estás enojado o cuando tienes nostalgia de tu casa; o cuando estás feliz y lleno de esperanzas. Será ella quien te dirá quando te estás sumergiendo realmente en su cultura y te dará algo a cambio, en un modo que nunca te esperarías. He pasado los últimos 4 meses explorándola, y todavía no pasa un día en el que no haya recibido una pequeña sorpresa o no haya descubierto algo nuevo. Puede tratarse de un pequeño caffé escondido en una callecita, de una maravillosa vista de la campiña toscana que aparece sin previo aviso entre los callejones, o también de un desfile histórico o de un festival en una plaza antigua. En algún modo, Firenze sabe siempre cuando tienes necesidad de ser sorprendido: es, sin lugar a dudas, la ciudad más espontánea de las que me he encontrado.

Podría citar también algunas de las características de la ciudad que quizás ya conoces: Firenze es una mágnifica cocinera, ama la familia, aprecia la cultura, Pero quizás esto es válido para la mayor parte de las ciudades italianas. Por el contrario, uno de los rasgos más característicos de Firenze, y que continúa todavía a sorprenderme, es su abilidad de enseñarte más cosas de ti mismo que aquellas que puedes aprender sobre ella. No por esto la defino como una terapista o un consejero, y tampoco asociaría esta característica al aura mágica que emite. Mas bien, la capacidad de Firenze de hacerte reflexionar sobre ti mismo deriva de los momentos de intimidad que pasas con ella. Son los momentos en los cuales entiendes que estás viviendo en un lugar que posee más historia de toda la que podrías leer en toda tu vida. Son los momentos en los que entiendes que los problemas que te parecían enormes son más fáciles de resolver de lo que imaginabas. Y cuando encuentras un lugar en el cual millones de personas han estado antes que tú, te preguntas: "quién soy delante de todos lo que han estado aquí antes de mi?" Firenze ha vivido tanto que puede enseñarte muchas cosas, si estás dispuesto a escuchar.


No estoy diciendo que cada momento del día en Firenze será maravilloso. Esto sería irreal. Habrá momentos en los que te pondrá a prueba. Momentos en los que te hará caer. Momentos en los que te generará una expectativa y te la quitará antes que puedas tocarla. Pero no se trata de gestos intencionales: luchar es parte de la vida como lo es vivir en paz. Y Firenze sabe esto muy bien. Gran parte de mi crecimiento personal en esta experiencia se debe a las situaciones en las cuales me he sentido obligado a superar una dificultad. Sin embargo, estos fragmentos no le quitan nada al hecho de que Firenze, sobre todas las cosas y antes de todo, es una ciudad acogedora. Incluso, todo esto te demuestra que Firenze se preocupa tanto por ti, que te deja caer para luego levantarte, para que así puedas entender que estás en capacidad de hacerlo tu solo.


Este post habla esencialmente de cuando un amigo está intentando presentarte otro amigo y te cuenta sólo las cosas que sabe de cada uno de ustedes: la verdad es que si llegas a conocer Firenze, descubrirás cosas sobre ella que yo ignoro. Porque la relación de cada persona con esta ciudad es distinta, y aún así los valores quedan siendo los mismos. Si, o cuando, la encuentres, serás recibidos con los brazos abiertos, y cuando la dejes, te dirá que su puerta quedará siempre abierta, si tendrás necesidad de ella. Todos los momentos que vivirás, serán experiencias que te recordarán cuán especial es esta ciudad. No puedes estar con ella para siempre, aunque lo quisieras. Llegará el momento de despedirse. Pero espero que cuando llegue el momento de cruzar la puerta y ver su cálida sonrisa que te despide, le digas que le mando un saludo y que le pido te cuide durante tu estadía. Ella lo hizo por mi y sé que lo hará por ti.