Se acerca el día de San Valentín y cada ocasión es buena para hablar de amor y, por qué no, organizar una escapada romántica. Para aquellos que viven y estudian en nuestra hermosa ciudad, no es ningún secreto que Florencia es un lugar mágico para celebrar el dia de los enamorados, entre los paseos por el Ponte Vecchio y las impresionantes vistas de Piazzale Michelangelo. ¡Pero hay mucho más!
Kitija Ernstone viene de Letonia y es músico. En su país estudió piano y saxofón, y su formación es clásica. Llegado el momento de decidir en cuál dirección quería continuar sus estudios, ella sintió que debía cultivar su creciente pasión por el jazz. Quería también enriquecer su experiencia con un período de estudios en el exterior, y comenzó a mirar distintas opciones. Así, en el año 2016, llegó a la AEF. "La oferta de cursos en la AEF era rica e interesante. Además, la posibilidad de venir a Florencia me fascinaba, y tomé mi decisión
Palazzo Niccolini, sede de la AEF, es un edificio histórico ubicado en Via Cavour n.37, una de las vias más importantes de la ciudad de Florencia. Originalmente se llamaba Via Larga degli Spadai debido a la presencia de numerosos talleres de armeros que forjaron espadas, pero pronto el nombre se simplificó en Via Larga, para el uso común.
¿Cuál es la mejor manera de aprender sobre la cultura italiana? La comida, por supuesto! En Italia, cada ciudad tiene sus propias tradiciones culinarias, y también en la Toscana hay tantos platos que obligatoriamente tienen que probar. Para empezar, hablaremos sobre el plato más famoso que tendrán la oportunidad de probar si vienen a estudiar con la AEF en Florencia: La Bistecca alla Fiorentina o Bistec Florentino.
En el año 1921 nacía en Florencia la compañía Gucci, fundada por Guccio Gucci. Su fundador, florentino DOC, inició su vida profesional muy joven como botones en el Hotel Savoy de Londres. Esta experiencia le permitió conocer el estilo inglés, los caballos y la equitación, que se transformaron posteriormente en los pilares fundamentales del estilo de la “Maison”. Así, en 1934, la empresa introdujo el logo del botones con una maleta y una bolsa de mano. Además, en los años 30 muchos de los clientes italianos de Gucci eran personas de la alta sociedad que practicaban la equitación, elemento que impulsó al fundador a desarrollar el exclusivo ícono que representa la miniatura de las riendas del caballo y la cinta verde-roja-verde que retoma el tradicional revés de las sillas de montar.