Fue siempre mi sueño ir más allá de las palmas tropicales entre las que crecí, un paraiso que llamamos Mauritius. Anhelaba un lugar donde el arte fuera apreciado y celebrado.La curiosidad y la búsqueda de una experiencia enriquecedora me trajo a Italia, específicamente a Florencia, la ciudad que es conocida por su increible arte, música, comida, cálidas sonrisas y la que alberga increibles obras maestras de famosos artistas como Miguel Ángel.
Es fácil enamorarse de Florencia: Sus “lungarni”, orillas doradas del rio Arno al atardecer, sus impresionantes vistas desde Boboli o Piazzale Michelangelo. Desde la tradición artística inmortal que nació y se enseñó aquí a todo el mundo, hasta las contaminaciones más contemporáneas que vibran en un centro histórico cada vez más creativo e internacional, ni siquiera las estrellas de Hollywood parecen inmunes al encanto de la capital toscana. Y desde la alfombra roja hasta los talleres del Oltrarno, ¡el paso es breve!
Arte, literatura, arquitectura son los campos por los cuales Italia es tradicionalmente conocida en todo el mundo. Ciudad sinónimo de belleza por excelencia, Florencia es uno de los principales destinos elegidos por los estudiantes internacionales, especialmente por más de 15 mil chicos estadounidenses quienes llegaron el año pasado a la capital toscana. Pero no es todo, de hecho, el Italiano se encuentra entre los idiomas más estudiados del mundo. Averiguemos por qué!
Doce páginas autografiadas de Leonardo que llegan a Florencia. No se detienen las celebraciones del Quinto Centenario de una de las mentes más brillantes de la historia de la humanidad. A partir del Viernes 29 de Marzo, continúan con la exposición, en la Sala dei Gigli de Palazzo Vecchio, del Código Atlántico, prestado por primera vez por la Biblioteca Ambrosiana de Milán.
“Si tuscanas examinemus loquelas non restat in dubio quin aliud sit vulgare quod querimus quam quod actingit populus Toscanorum”. Es Dante quien en su “De vulgari eloquentia” refiere: El padre del idioma Italiano, reflexionando sobre el vulgar ilustre como modelo linguistico del Italiano, afirma que “si examinamos los dialectos toscanos, no hay duda que el vulgar que buscamos sea aquel que se adhiere al pueblo toscano”